domingo, 12 de noviembre de 2006

LA NOVELA "DRACULA" EN CONTRASTE CON LA VIDA DE DRACULA

Esta fascinante obra literaria que pertenece al género de la novela, ha sido tomada por mucha gente alrededor del mundo como si se tratara de un libro de historia, asignándole toda la seriedad y veracidad que merecería un texto histórico, y con ello sus lectores cometen un gran error, pues olvidan que se trata de una obra ficticia de principio a fin.

Es aplaudible que debido al maravilloso estilo de presentar el conflicto y la gran narrativa epistolar que empleó el autor de esa novela, el público lector crea la historia o anhele que sea verdadera.
El carácter documental con que está escrita esa obra, da la sensación al lector de que lo descrito es real.
Sin embargo, el mismo público ha creado su propia trampa, pues partiendo de la novela y de la veracidad que a esta le otorga, todo lo demás que le llegue referente al personaje, sólo lo acepta si encaja en la personalidad que la novela le planteó.
No es culpa de la gente conocer y entender al Drácula de la novela, perosi es un abuso tratar de forzar al personaje histórico paraque no atente contra el ficticio.

Por ejemplo, mientras que el Drácula de la novela ha vivido cientos de años, el personaje real vivió apenas 45 años.
Mientras que al novelesco Drácula se le asigna a Transilvania como asiento de su vida y gobierno, el Drácula real gobernó únicamente en Valaquia.

El Drácula de la novela sufre cada vez que se le enfrenta a un crucifijo o a una hostia bendita, mientras que por otro lado, el Drácula real fundó monasterios y era practicante del cristianismo ortodoxo. La iglesia de Valaquia siempre tuvo una buena relación con él, y hasta el Papa sostuvo una alianza con Drácula para detener la ofensiva otomana que amenzaba territorios cristianos.
La película de Coppola dio una explicación acerca de por qué le sucedió a Drácula esa transformación y como es que la señal cristiana le resultaría dañina.
Por lo tanto, tenemos la versión Stoker-Coppola, contra el hecho de que eso nunca le ocurrió a Drácula. Uno era novelista y el otro es director de cine, ninguno de ellos estaba comprometido con la verdad cuando hicieron su trabajo, pero si estaban comprometidos con ellos mismos en crear una obra sensacional, creíble y atractiva. Es importantenoperder de vista elhecho de que no son historiadores ni biógrafos, son autores cretivos de mundos imaginarios que lo traducen en un lenguaje para alcanzar grandes masas.

El Drácula novelesco es un galán poderoso, culto, seductor. El Drácula histórico no fue significativo en su época ni por guapo, ni por culto ni por seductor.

Para el personaje histórico no se mencionan amantes, ni actos de fuerza corporal brutal, ni transformaciones en lobo o murciélago, ni varoniles seducciones.
El Drácula de la novela tiene un ansia de vivir eternamente y un nulo interés en defender una región.
El Drácula real arriesgaba en cada batalla la posibilidad de vivir más de lo que un hombre de su clase y su tiempo pudiera vivir normalmente en defensa de su territorio, y más que ansiar él vivir eternamente como ser, ansiaba la vida prolongada de su nación.

El Drácula real fue un gran guerrero y eso fue uno de los aspectos en que más se distinguió, saliendo victorioso en múltiples choques armados. En contraste, el Drácula de la novela, no puede ni contra un puñado de seres urbanos que en un par de ocasiones sufrieron desmayos. Nos referimos aquí al improvisado conjunto de cazavampiros que por si solos logran dominar y vencer a un personaje cuya naturaleza le debería permitir escapar de ellos “muerto” de risa.

Mientras que el personaje real habrá dicho su nombre siempre con acento rumano, Dracula (con un leve acento en la letra u) el centenario personaje de la novela se autonombra acentuando la primera letra a, Drácula.

El personaje real estuvo varios años en diferentes prisiones. El ficticio tiene diferentes poderes y una fuerza tremenda, que siempre hubieran vencido a cualquier captor o prisión.

El Drácula de la novela busca ir a vivir a Londres buscando un entorno culto, pero el Drácula de la historia sabía muy bien que para ciudades cultas, siendo rumano, de temperamento latino y habiendo hablado una lengua familiar, mejor opción le hubiera resultado Roma o París, por ejemplo.
No hay que olvidar que los dacios fueron conquistados por los romanos y así se fundo la raíz latina de la actual Rumania. De ahí el nombre de aquel país y de ahí su idioma.
Además, el clima de Inglaterra no es para nada el deseable para quien ha vivido en Rumania cientos de años. En cambio, Italia, si le ofrece un paisaje y un clima muy similar. Podríamos mencionar también la gastronomía como un factor más recomendable en Italia que en Inglaterra, pero debido a que el personaje novelesco solo se alimentaba de sangre, eso le daría igual.
Pero lo que resulta un factor contradictorio es que siendo un vampiro, hubiera preferido un lugar frío para vivir. La existencia de murciélagos es normal en zonas cálidas y tropicales, pero no tanto en las frías, ya que las bajas temperaturas los obliga a hibernar, pasivos y dormidos en la obscuridad. Por lo que Inglaterra sería una muy mala idea.

Por su parte, los murciélagos vampiros habitan en zonas tropicales del continente americano, lo cual indica no solo un clima muy diferente al inglés, sino también la imposibilidad completa de que un vampiro, es decir, un quiróptero hematófago, hubiera podido atacar a una persona en toda Rumania y en toda Inglaterra, y para terminar pronto, en toda Europa.

No hay que olvidar que antes de que los europeos se encontraran con América, en sus tradiciones y leyendas referentes a seres nocturnos que devoraban sangre, se mencionaban brujas, gatos, lobos, muertos revinientes, pero de ninguna forma murciélagos.
Los murciélagos que ellos conocían antes de venir a nuestro continente, solamente eran de los tipos que se alimentan de néctar, de insectos, de frutas, o de pequeños animales.
Al murciélago vampiro lo conocieron hasta que bajaron a sus caballos de los barcos al llegar a América, y notaron que de noche algo atacaba a sus corceles y les extraía sangre. Entonces fue que el europeo conoció al murciélago que se alimentaba de sangre, es decir, al murciélago vampiro. Por ello, fue hasta después del encuentro con América y no antes, que aquel ser muerto de las leyendas europeas que bebía sangre pudo convertirse en murciélago, pero antes de ello, no se les había ocurrido siquiera.

Pero regresemos a Drácula y dejemos a los quirópteros (seres que vuelan con sus manos) en paz.
El Drácula novelesco tiene control únicamente sobre un débil y semi-enloquecido Renfield y sobre un par de mujeres que él mordió, mientras que el Drácula histórico tenía el control y la lealtad de sus valientes e inteligentes guerreros que se formaban un gran ejército.

El Drácula histórico era patrióticamente ambicioso y ansiaba beneficios tanto para el cristianismo como para su pueblo, y así lo deja ver en todas las intenciones y logros de sus batallas. Pero el Drácula de la novela piensa únicamente en beber sangre, y pierde la cabeza y hasta la inteligencia por ir tras unos sorbos de ese liquido. Es un animal ansioso de alimento.

El Drácula de la novela se mueve únicamente durante la noche, pero el guerrero y estadista valaco real, se desplazaba también de día, y tuvo eventos a la luz del día, a pleno sol.

El Drácula de la novela refleja una soledad enorme, mientras que el histórico tuvo familia, amigos, vasallos, consejeros, etc.

Y en nuestro tiempo se podría agregar un obstáculo más. Hay muchos que no han leído la novela Drácula, pero han visto una o más de las versiones cinematográficas que se han elaborado, es decir, adaptaciones para cine partiendo del libro. Eso implica alguna aportación del guionista, del director, ya sea aumentando detalles o eliminando otros. La última versión popular en cine nos presentó un Drácula resentido contra Dios por la perdida de su amada por lo que encaja su espada en un crucifijo, y consigue la oportunidad que alguna fuerza superior a él le otorga para encontrarla siglos después.
Eso no es precisamente lo que Stoker nos dejó, pero sí lo que Coppola nos propone. Y así podríamos sumar diferentes Dráculas, el que nos propone Murnau, Herzog, y tantos más, que al final, cada uno es diferente del otro.
Y no solo eso, sino también que el personaje de Harker para Stoker termina felizmente casado, mientras que el de Herzog se convierte en la continuación del vampiro.
Así que, ¿cuantos Dráculas y Harkers tenemos ya?

Ahora hablar de Drácula no es solo la novela, sino también los atributos u omisiones que las versiones fílmicas le han ido concediendo.
Incluso entre las películas han existido sustanciales diferencias, como es el caso de los colmillos.
La versión de Murnau nos ofrecía a un Drácula con los dos dientes frontales puntiagudos pero con colmillos normales. La siguientes versiones nos dieron dientes normales pero colmillos puntiagudos. Herzog nos devolvió los dientes afilados y colmillos normales.
Los Drácula con dientes afilados han sido calvos y nada guapos, pero los de colmillos alargados han sido habitualmente de varonil cabellera y de apuesta presencia.
Todos los Drácula fílmicos chupan la sangre de sus víctimas.

Es interesante ver las marcas separadas de los dos colmillos mordelones y la actitud de chupar la sangre, mientras que sabemos que los murciélagos vampiros tienen afilados los dientes frontales, con los que su mordida forma una media luna, una sola herida, no dos como en el cine.

Además, el murciélago vampiro no chupa la sangre de su víctima, la lame mientras está fluye del cuerpo de su víctima, ya que su saliva ha adormecido la zona afectada y ha proporcionado un anticoagulante para permitir que el alimento salga continuamente
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Mientras que el vampiro fílmico ataca al cuello, el animal silvestre que se alimenta de sangre, busca zonas donde las venas están más cerca de la piel detectándolas con su sensor de calor y ahí es donde muerden, siendo frecuentemente las patas de los animales. En el caso de un humano dormido, una mano podría ser la fuente de alimento.
El comportamiento del vampiro fílmico antes de atacar es violento, se le hinchan los ojos y se le deforma la cara. Curiosamente, el animal vampiro ataca sigilosamente ya que prefiere atacar víctimas que duermen, no se excita, sino que con mucho cuidado se presenta, muerde, se alimenta lamiendo y se retira.