viernes, 17 de noviembre de 2006

VLAD TEPES DRACULA

Hablar de Drácula, de Rumania, de Transilvania y de Valaquia, es hablar de una isla de latinidad que se levanta con autonomía entre el mundo oriental y occidental, y que ha sido campo de batallas entre esos dos grandes bloques, tratando de ganar terreno en lo económico y lo religioso, principalmente.
A lo largo de la historia, esta región ha sido dominada por diversos grupos. Primero por sus habitantes originales, los dacios, y después por los romanos, los rusos y otras naciones.
Por ello, los rumanos han ido definiendo su carácter, su personalidad, su historia, y han ido haciendo valer su derecho al territorio y al destino que les pertenece.